jueves, 2 de julio de 2009

Mucho que aprender

Debe ser una ocasión especial, porque es la primera vez que voy a contar algo remotamente relacionado con la salsa en este blog salsero.

(Y va a ser una historieta algo más personal que de costumbre).

Hace una semana y pico fui a bailar con una amiga, y en una pausa nos fuimos a la barra a beber algo. Resulta que el Sex on the Beach estaba de oferta (5 euros en lugar de los 9 habituales) y es lo que se pidió mi amiga.
Uno puede imaginarse que, estando este cóctel de oferta, habría bastante gente que lo pediría, y efectivamente, al lado nuestro había un tipo con un Sex on the Beach en la mano, que con una amplia sonrisa le pidió a mi amiga que brindara con él. Inmediatamente intentó pegar la hebra con mi amiga, tocando un par de temas triviales ("¿Bailas salsa?" "¿Haces cursos?" "¿Qué tal te parece la pista de baile?").
A todo esto, el muchacho me estaba ignorando completamente, y eso que yo me había acercado a la barra junto a mi amiga y estaba justo detrás de ella. Mi amiga le siguió un poco la corriente por cortesía, le dijo que sólo estaba allí para bailar y se despidió de él.

Una vez nos fuimos a sentarnos, ella se dirigió a mí y me preguntó si yo también pensaba que el tipo estaba intentando ligar con ella.


Tengo que decir que me tocó las narices que el hombre intentara ligar con una amiga (que está en el local conmigo) estando yo delante. En España, por una cosa así se pueden llegar a las manos. Por otro lado, confieso que, aunque tengo una buena amistad con esta chica, ni es mi novia ni nada parecido, y si hubiera decidido que le interesa más el tipo que yo, me lo habría tenido que tragar.

(Qué habría hecho yo con mi amiga en ese caso es otra cuestión).

Por otro lado, tengo que admirar al hombre. Reconozco que abordar a mujeres desconocidas en un local no es algo en lo que tenga mucha práctica. Siempre he tenido curiosidad por saber como se hace, y ahora he tenido la oportunidad de ver a otro hombre en acción.
Se trata, pues, de tener una actitud relajada, sonreír, y dar un aire de confianza en uno mismo. Lo que se diga es menos importante, lo que importa es irradiar confianza diciéndolo.

A mí no se me ocurriría intentar ligar con una mujer que obviamente está en el local con otro hombre, porque en ese caso, y en mi opinión, ya no se trata simplemente de intentar agradar a la mujer, sino de intentar agradarle más que el tipo que ya está con ella.
(A lo mejor es por pensar así que no tengo novia). :-P

En fin, veré si puedo sacar provecho de este episodio.

Y por cierto: chavalote, si le vuelves a tirar los trastos a una amiga mía delante de mí, te rompo las rodillas.



A modo de epílogo tengo que decir que ví al muchacho la semana pasada, y llevaba el mismo cóctel en la mano. Me pregunto si la idea es pedir el cóctel que esté de oferta para pegar la hebra con las mujeres que lo pidan...

2 comentarios:

  1. Por fin veo que los alemanes no son del todo educados como nos habían hecho pensar!!!!
    La regla no escrita del macho ibérico es no intentar ligar con una tía que va con un tío a no ser que quieras arriesgarte a recibir un buen guantazo o algo más...También es verdad que aquí cuando nos acecha alguien así le respondemos que si no ve que ya estamos acompañadas...

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  2. Oye Luis, por la confianza que irradiaba al decir lo que decía, aunque no se lo creyese, ¿no sería Zapatero disfrazado?

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