miércoles, 29 de septiembre de 2010

I - V - VI - IV

Y hablando de música...

Para empezar, escuchemos el Canon de Pachelbel en Re:



Aquellos de vosotros que sean especialmente perspicaces se habrán fijado en que en el bajo contínuo, la base rítmica consta de ocho notas que se repiten. Las notas son: Re - La - Si - Fa sostenido - Sol - Re - Sol - La.

Aquí viene la revelación: la inmensa mayoría de la música popular occidental está prácticamente basada en esta cadencia. Y no me refiero a la música clásica, sino al pop comercial que se puede oir en los 40 principales. Y ni siquiera el punk se salva.

La idea está un poco más desarrollada en este sketch del cómico Robert Paravonian: "Desgañite de Pachelbel", donde explica su experiencia tocando el bajo cuano era un crío, y como esto le traumatizó de por vida:



(Humor con música clásica - para que os déis cuenta del nivel que tenemos en este blog).

Si escribimos las notas en forma de intervalos, contando a partir de la tónica (o sea, Re), podemos expresar la cadencia como I - V - VI - iii - IV - I - IV -V. El número indica cuántas notas de distancia que hay respecto de la tónica (contando la nota desde la que se empieza, y la nota en la que se acaba). O sea, empezamos en Re (I), nos vamos cinco notas hasta La (V, cinco notas desde Re), subimos otra nota hasta Si (VI, séis notas desde Re), y bajamos tres notas hasta Fa sostenido (iii, tres notas desde Re).
En música, la interacción de dos o más notas tocadas a la vez se denomina acorde, y un acorde puede ser armónico (o sea, las notas tocadas simultáneamente en el tiempo) o melódico (las notas tocadas sucesivamente en el tiempo). La idea de un acorde es que, independientemente de cuales sean las notas que se toquen, el oído presta atención no a la frecuencia absoluta de las notas, sino a la relación entre ellas, y el acorde va a sonar similar. Es por esto que (por ejemplo) un tono de 440 Hertzios (Si, en la afinación habitual) suena igual que un tono de 880 Hertzios, aunque tenga el doble de frecuencia (o sea, una octava entera más alta).

En este punto, tras leer un par de discusiones de música en metafilter, tengo que aclarar que, aunque la progresión de las cuatro primeras notas del Canon es I - V - VI - iii, la progresión de la mayoría de las canciones que está parodiando es realmente I - V - VI - IV (que suena muy similar). La idea es que hay una nota tónica alrededor de la que uno construye la melodía, y si cambiamos la nota tónica (que en el Canon de Pachelbel es Re, pero no tiene por qué serlo), resulta que los intervalos pueden cambiar.

Es por esto que uno habla del "Aria en Sol" de Bach o en este caso, del "Canon en Re" de Pachelbel - estamos indicando qué tonalidad (o clave) utilizó el compositor en la obra.

(Si esto suena algo confuso, es porque yo mismo me he tenido empollar estos temas en Wikipedia para entenderlos, y es posible que no lo esté explicando muy bien).

A pesar de lo que acabo de decir, en general, si tomo un grupo de acordes y los traspongo a una clave distinta, el oído los va a percibir más o menos de la misma forma. Es por esto que, por ejemplo, se puede hacer una versión de una canción (originalmente cantada por una mujer) para un hombre, de forma que el hombre, que tiene una voz más grave, pueda llegar a cantar todos los intervalos. En este caso se transpondría la melodía a una clave más baja, adecuada al rango vocal del cantante.

(Y si el cantante no tiene un rango vocal muy amplio, se apañan los intervalos para que suene similar, y el cantante pueda llegar a todas las notas. O se usa el Autotune, que es un engendro del diablo, y el responsable de que un montón de éxitos recientes, de cantantes más bien pobres, tengan un sonido robótico).

Recomiendo las discusiones que se formaron en metafilter cuando se habló de este tema, aquí y aquí, con un montón de información interesante sobre los problemas de transponer intervalos de una clave a otra (aunque mucho de lo que se habló sobrepasa con creces mis reducidos conocimientos de música).

Una vez dicho esto, puedo ampliar lo que he afirmado más arriba: una gran parte de la música pop utiliza esta progresión de acordes. No es que se toquen las mismas cuatro notas, sino que, en la música, uno utiliza estos mismos intervalos, aunque la melodía sea distinta.

Para ilustrar esta afirmación, he aquí una actuación del grupo cómico australiano Axis of Awesome, donde tocan una canción llamada, como el propio tema que nos ocupa, "Four Chords":



(La versión de estudio de la canción está aquí, y han incluído los nombres de todas las canciones "homenajeadas" y sus respectivos grupos).
Como he comentado más arriba, en algunos casos han hecho trampa para hacer cuadrar las canciones "homenajeadas" en la melodía de esta canción - las canciones originales usan otras claves, o una progresión no exactamente igual a I-V-VI-IV sino un poco distinta, pero suficientemente parecida.

Después de ver el vídeo, y de investigar un poco en wikipedia como funcionan los acordes, reconozco que oigo los cuatro acordes por todas partes. Si la mayor parte de la música pop usa los mismos acordes, ¿significa eso que la música pop es basura? ABSOLUTAMENTE.

Digoooo... bueno, no necesariamente. En literatura (y en el cine) hay estructuras de narración muy utilizadas (por ejemplo, el viaje del héroe). La estructura hace la historia familiar para el lector, de forma que un escritor pueda ganarse la confianza (y la atención) del lector rápidamente para desarrollar su historia. Después de todo, hay historias que nos gusta leer una y otra vez, aunque sea con mínimas variaciones. De esa forma, el escritor hábil puede jugar con una estructura conocida para agradar y sorprender al lector - se le puede dar un giro inesperado a una historia conocida, o un final diferente, o se puede contar el viaje del héroe desde el punto de vista del villano. Por ejemplo, cuando escribí sobre Avatar hace unos cuantos posts conté como la historia está muy manida, pero está bien contada y con impresionante cinematografía, y eso hace que valga la pena sentarse dos horas y media para verla.

Los cuatro acordes tienen un efecto familiar en el oyente, que los ha escuchado hasta la saciedad sin haberse dado cuenta, y evocan una serie de emociones parecidas. Se inicia con la tónica, se crea tensión con un acorde de quintas, se aumenta la tensión con un acorde de sextas, y se resuelve la tensión, dejándola en suspenso con el acorde de cuartas. Hay que fijarse en que casi todas las canciones de los ejemplos que utilizan estos acordes son baladas sentimentales muy comerciales.

Siempre se pueden dar giros inesperados a la melodía: por ejemplo, usar como tónica una nota más exótica en lugar del Do, o empezar la cadencia en el medio, como en "Pokerface" de Lady Gaga, o usar un compás distinto, o repetir los intervalos varias veces alterando el último acorde, como en "Let it Be".
Por desgracia, usar una estructura tan conocida es también síntoma de pereza: uno sabe que, escribiendo una canción con esos cuatro acordes, va a conseguir una respuesta emocional garantizada del oyente.

En cualquier caso, aquí está el artículo sobre acordes de Wikipedia, aquí está el artículo sobre progresiones de acordes, aquí está el artículo sobre tríadas (que es como se suelen tocar los acordes), y aquí está el artículo sobre la progresión I-V-VI-IV (muy apropiadamente llamada "progresión pop-punk").

Un efecto que he notado es que, cuanto más entiende uno de música, más raros son los grupos que a uno le gustan. "Raros" en el sentido de "poco conocidos". Así es que para despejarse recomiendo un poco de Dream Theater.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Moon

Hace una semana me agencié Moon en Blu-Ray, una película minimalista en la tradición de la ciencia ficción de los setenta, como 2001 o Silent Running. La película trata de una base lunar dedicada a la minería de Helio-3 para uso en reactores de fusión. La base la administra un único ocupante, que casi al final de su estancia de tres años, se da cuenta de que hay cosas que no cuadran...

(No puedo contar más, porque la película se apoya en una trama con vericuetos y no quiero estropear las sorpresas). La película está dirigida por Duncan Jones, hijo de David Bowie, y está protagonizada casi exclusivamente por Sam Rockwell.

El motivo de este post es que desde hace una semana no me quito de la cabeza el tema de la película:



El compositor es Clint Mansell, que ha escrito las bandas sonoras de unas cuantas películas, y que es especialmente conocido por Lux Aeterna, escrita para Requiem for a Dream y utilizada también en la banda sonora de El Señor de los Anillos, y hoy en día, en los tráilers de la mayoría de las películas dramáticas o de acción.

(No confundir con este otro Lux Aeterna de Ligeti, que está en la banda sonora de 2001). Aparentemente, "Lux Aeterna" es un segmento de la misa de Requiem.

Y ahora espero que vosotros tampoco os podáis quitar el tema de Moon de la cabeza.