domingo, 24 de mayo de 2015

Von Kluck, Von Bülow y el giro que cambió el mundo

Pues resulta que he estado leyendo un poco sobre la primera guerra mundial en estos últimos tiempos, en particular el libro The guns of August de la historiadora aficionada Barbara Tuchman.

(Como es habitual en este campo, los "historiadores aficionados" suelen escribir libros muy populares de los que los historiadores despotrican contínuamente).

Aún así, Barbara Tuchman ganó el premio Pulitzer con este libro.

El libro trata de las causas de la primera guerra mundial, y de las operaciones militares del primer mes del conflicto. Aunque la situación internacional en las décadas previas al estallido de la guerra están bien explicadas, es curioso que el asesinato del príncipe heredero Franz Ferdinard en Sarajevo y las maniobras diplomáticas hasta el día de la declaración de guerra apenas están mencionadas en una página.

En cualquier caso, la situación en Europa era extremadamente compleja, pero es como sigue: Alemania era una potencia en pleno ascenso en Europa, pero por torpeza diplomática, estaba únicamente aliada con Austria-Hungría, después de haber alienado a los rusos y a los británicos. Los rusos, a su vez, estaban aliados con Francia. Francia, por su parte, tenía un "entendimiento" con el Reino Unido (la Entente Cordial).

Depués del asesinato de Franz Ferdinard en Sarajevo, Austria-Hungria presentó un ultimátum a Serbia, con condiciones draconianas para provocar una guerra. Además, el emperador Wilhelm II les había dado un "cheque en blanco" a los austríacos para actuar contra Serbia según les pareciera bien.

Y luego se fue de vacaciones en yate y estuvo semanas incomunicado. Ay...

Los rusos, como defensores de los eslavos, declararon su intención de entrar en la guerra del lado serbio, y una vez los austríacos declararon la guerra a Serbia, comenzaron una movilización parcial contra Austria-Hungría. Una vez los alemanes supieron de los preparativos rusos, decidieron ordenar la movilización general contra Rusia... y contra Francia y Bélgica. Esto es algo problemático, porque la independencia de Bélgica estaba garantizada por todas las potencias europeas (incluyendo al Reino Unido) según el Tratado de Londres. Lo cual provocó la entrada (muy reluctante) de los británicos en la guerra.

Para hacerse una idea de la complejidad de la situación, véase el artículo de Wikipedia sobre la Crisis de Julio.

(Esto puede ser un poco frívolo, pero recomiendo esta serie de vídeos sobre la Crisis de Julio, en la que está explicado el barullo de forma bastante amena).

Ahora, bien, ¿cómo se les ocurrió a los Alemanes movilizarse contra Francia y Bélgica?

Hay que remontarse brevemente a la guerra Franco-Prusiana de 1870. En ella, Prusia derrotó a Francia, en parte por haber movilizado sus tropas primero. Los prusianos, además, habían inventado el "Estado Mayor", un comité permanente de oficiales formados en logística y encargados de formular planes contra cualquier posible enemigo, independientemente de si se iban a usar o no. Además, la introducción del ferrocarril implicó que las tropas ya no se iban a desplazar a pie, sino en tren.

Resumiendo, esto significa que en caso de guerra, el estado que pudiera usar el ferrocarril para organizar y mover sus tropas lo más rápidamente posible hasta el frente ganaría la guerra. Así es que todas las potencias europeas se apresuraron a copiar el estado mayor prusiano y a elaborar planes de movilización contra todo el vecindario.

Un detalle importante: los planes de movilización eran extremadamente detallados (hasta el minuto, en el caso prusiano), pero también extremadamente inflexibles. Una vez puesta en marcha la movilización, es muy difícil pararla.

Así es que, como he comentado más arriba en relación con la crisis de Julio, la percepción de las potencias europeas es que ante la movilización de un enemigo, las opciones eran o movilizarse uno mismo o perder la guerra. Las opciones diplomáticas, pues, estaban muy restringidas.

Pues bien, en este gráfico están los planes de movilización alemán (las flechas rojas segmentadas) y francés (las flechas sólidas azules).


La idea de los alemanes (el famoso, o infame, Plan Schlieffen), era evitar las fortalezas de la frontera franco-alemana, haciendo un movimiento envolvente a través de Bélgica para flanquear al ejército francés, acorralarlo, cortarles las líneas de suministro y obligarle a capitular).
Para el estado mayor alemán, invadir bélgica era pues una necesidad estratégica irrenunciable. Ay...

Los franceses, partidarios de la doctrina del "ataque a ultranza" (attaque à outrance), pretendían atacar frontalmente a Alemania a través de Alsacia y Lorena, lo cual habría caído directamente en la trampa que pretendían tenderle los alemanes.

El resultado después de un mes de guerra es que los alemanes capturaron las fortalezas de Liége y Namur en tiempo récord, rechazaron a los británicos y a los franceses en la Batalla de las Fronteras, y estaban avanzando sobre Francia, con los ejércitos francés y británico en retirada.

(Y les zumbaron a los rusos en la batalla de Tannenberg, pero eso es otra historia).

Tengo que decir que, en un atisbo de lo que iba a ser el siglo XX, los alemanes fueron absolutamente brutales a su paso por Bélgica, y en algunos casos masacraron pueblos enteros como represalia por ataques a las tropas.

Y ahora que voy a hablar de ejércitos quiero dar una idea de la escala con la que estamos tratando. En un ejército moderno, la unidad básica es la división, que son unos 10,000 hombres. Dos o más divisiones son un cuerpo (de 20,000 a 80,000 hombres), y dos o más cuerpos son un ejército (de 80,000 a 300,000 hombres). En el ejército español, una división la manda un general de división,  un cuerpo lo manda un teniente general, y un ejército lo manda un general de ejército. Así es que imagínese uno la enormidad del conflicto, con Alemania invadiendo Francia con siete ejércitos. E imagínese uno la enorme cantidad de oficiales, personal de apoyo, y logística si cada ejército tiene su general, que a su vez tiene a su cargo a los generales al mando de los cuerpos, que a su vez tienen a su cargo a los generales al mando de las divisiones... la complejidad de la empresa es apabullante.

No hay ningún plan que sobreviva intacto el contacto con el enemigo, y la situación a finales de agosto de 1914 es que quedaba poco del plan Schlieffen original. El flanco derecho del ejército alemán (el que había atravesado Bélgica) había sido debilitado por transferencias de tropas a Alsacia, Lorena, y al frente ruso, y por la necesidad de dejar tropas como guarnición en las ciudades ocupadas. A esas alturas, la capacidad de los alemanes de completar el movimiento envolvente tal y como lo había concebido Schlieffen era cuestionable.

En el extremo del flanco derecho estaban el primer ejército alemán (comandado por Von Kluck) y el segundo ejército (comandado por Von Bülow). Digamos que estos dos... no se entendían muy bien.
Por encima de ellos estaba el comandante en jefe de los ejércitos alemanes, Von Moltke, un general indeciso e inseguro, lo cual es importante para lo que sucedió después.

Esta era la situación el 26 de agosto de 1914:


 Muy importante es el cambio de dirección del primer ejército alemán (marcado con un rectángulo de texto). Von Kluck, en lugar de continuar hacia el sudoeste como habría indicado el plan original (pasando al oeste de París) decidió girar hacia el sur, persiguiendo a la fuerza expedicionaria británica, intentando desbordar al quinto ejército francés por el flanco e ignorando al sexto ejército, que se estaba retirando a Paris.

El peligro era que, avanzando directamente hacia el sur, el primer ejército alemán estaba pasando al este de París, ofreciendo su flanco derecho desprotegido. Viendo esto, Von Moltke ordenó a Von Kluck que redujera el ritmo del avance, situándose al noroeste del segundo ejército de Von Bülow (o sea, a la derecha y detrás de éste, según la dirección del avance). Von Kluck, un hombre impetuoso y orgulloso, no se quiso poner detrás de nadie y siguió avanzando tras el ejército francés, cruzando el Marne al este de Paris.

La situación unos días después era así:



 Como puede verse, el primer ejército alemán estaba hostigando al quinto ejército francés y ofreciendo su flanco derecho a Paris.

Aquí hay que hacer un inciso explicando la situación en la capital francesa. Originalmente, la intención era no defenderla y declararla ciudad abierta, para evitar que la ciudad fuera dañada durante el combate. El gobierno francés estaba siendo evacuado a Burdeos, y no había una guarnición que defendiera Paris. La intención del comandante en jefe francés, Joffre, era presentar batalla a los alemanes al sur del Sena.
El gobernador militar de Paris, Gallieni, tenía una opinión diferente. Su intención era reformar el sexto ejército francés, para lo cual necesitaba tropas que Joffre no quiso cederle hasta el último momento.

Y el tres de septiembre, informes de la aviación británica indicaron que los alemanes no pretendían atacar Paris, sino que proseguían el avance hacia el sur, ofreciendo el flanco derecho desprotegido. Tras febriles deliberaciones entre el estado mayor francés y el británico, se decidió plantar battalla a los alemanes en el río Marne (el este de Paris), atacándoles además desde Paris con el sexto ejército reformado de Gallieni.

En este punto se acaba The Guns of August, lo cual es una perrería, porque se queda uno con las ganas de saber lo que pasó en la batalla del Marne, (que está contado brevemente en el epílogo).
 (Ando buscando un libro que explique la guerra completa, para saber cómo acaba).

El resultado del giro de Von Kluck es que, atacado desde parís, se vio obligado a girar el primer ejército hacia el oeste, dejando un hueco entre el primer y el segundo ejército alemanes, que los británicos y franceses se apresuraron en explotar. Vista la situación, los alemanes tuvieron que retirarse hacia el río Aisne, y lo que siguió fue la llamada "carrera hacia el mar": alemanes y aliados intentando flanquearse los unos a los otros hacia el Mar del Norte, estabilizando el frente y creando una línea de trincheras desde Suiza hasta Bélgica.



La batalla del Marne estuvo justilla. El ejército francés y el británico estaban exhaustos después de doce días de retirada desde Bélgica. El ejército alemán, a su vez, estaba también exhausto después de doce días de marchas forzadas en los que la infantería dejó atrás a sus líneas de suministros y a la artillería, lo cual después sería crítico en la batalla del Marne. Si Von Kluck no se hubiera obstinado en girar hacia el sur y adelantar al segundo ejército, quizá no habría ofrecido un flanco vulnerable para atacar, y quizá hubiera podido tomar Paris. Si las tropas desplazadas al frente ruso hubieran estado presentes, quizá no habría habido un hueco entre el primer y el segundo ejército alemanes y éstos no habrían tenido que retirarse al Aisne. Y si Von Moltke hubiera sido un comandante con más aplomo, hubiera metido a sus subordinados en cintura y habría evitado la temeridad de Von Kluck.

Solamente en el mes de Agosto, el enorme número de muertos y heridos (debidos, en gran parte, a los nuevos armamentos) ya daba una idea del matadero en el que se iba a convertir Europa en los siguientes cuatro años: unas 200,000 bajas francesas, y otras 250,000 bajas alemanas. De la fuerza expedicionaria británica original (cinco divisiones), el 80% de las tropas habían muerto antes del final de 1914.

El resultado de la batalla del Marne, pues, es que la guerra no sería corta, como esperaban todos los beligerantes: los alemanes tuvieron que despedirse de la posibilidad de derrotar rápidamente a los franceses, y los franceses no estuvieron en condiciones de derrotar decisivamente a los alemanes.

Y se abrió la puerta a la miseria de la guerra de trincheras que duraría hasta 1918.

3 comentarios:

  1. Gracias por desgranar este episodio tan interesante de la 1GM. Con tus enlaces a wikipedia has vuelto a cometer un flagrante caso nerdsniping sobre mí.

    Ando buscando un libro que explique la guerra completa, para saber cómo acaba

    Ok, no te voy a reventar nada, pero a mí me contaron cómo acaba allá por séptimo u octavo de EGB :-)

    Ahora en serio: ¿Sabemos por qué Von Bülow, una vez confrontado con la realidad, no adaptó su avance al giro de Von Kluck? En el plan Schlieffen original era el ejército de Von Bülow el que hubiese tenido el flanco oeste expuesto a París y tras la acción de Von Kluck ya no lo tenía, con lo que podría haber desviado tropas...

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  2. Ok, no te voy a reventar nada, pero a mí me contaron cómo acaba allá por séptimo u octavo de EGB
    OMG SPOILERS!!! :-P

    Ahora en serio: ¿Sabemos por qué Von Bülow, una vez confrontado con la realidad, no adaptó su avance al giro de Von Kluck?

    Bueno, en primer lugar, Von Kluck estaba en insubordinación abierta, habiendo desobedecido una orden directa, así es que Von Bülow no tenía por qué adaptarse a nada (estamos hablando de rancios aristócratas alemanes aquí). En segundo lugar, el estado mayor alemán (y Von Bülow) no sabían dónde estaba Von Kluck, debido a las malas comunicaciones. Para cuando se fueron a enterar, el muchacho había cruzado el Marne.

    Hay una anécdota en el libro sobre las malas comunicaciones. Resulta que los mensajes se transmitían por cable, que había que tender a medida que avanzaban las tropas. Los belgas, mosqueados con los alemanes por razones obvias, se dedicaban a subirse a los postes y cortar los cables. Los alemanes decidieron entonces tender los cables por el suelo... con el resultado de que se los comían las ratas.

    En el plan Schlieffen original era el ejército de Von Bülow el que hubiese tenido el flanco oeste expuesto a París y tras la acción de Von Kluck ya no lo tenía, con lo que podría haber desviado tropas...

    Von Kluck no sabía que había un sexto ejército concentrándose en París, así es que no habría juzgado necesario tener más tropas, incluso aunque las hubiera tenido disponibles. Y tomarlas justamente del segundo ejército no habría sido una buena idea – si miras el mapa, el segundo ejército estaba avanzando contra el noveno ejército francés. Y... en fin, ya te digo que Von Bülow y Von Kluck no se llevaban muy bien.

    Von Moltke sí intentó transferir tropas del sexto ejército alemán en el último momento (comandado por el príncipe heredero de Baviera Rupprecht). El sexto ejército estaba intentando tomar Nancy (marcado en el mapa), y la mala suerte quiso que el mismo día en que llegó la petición de Von Moltke, el emperador Wilhelm II estaba de visita y apoyó a Rupprecht en negarse a ceder tropas. Von Moltke no insistió, aunque hubiera sido su prerrogativa como comandante en jefe...

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  3. Hubo insubordinacion de Alexander von Kluck, el misterio es el porque no lo fusilaron.

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